SHIVA PRAKASH – «ALTURAS DE MACHU PICCHU, PROFUNDIDADES DE CARAL»

HS SHIVA PRAKASH

«ALTURAS DE MACHU PICCHU, PROFUNDIDADES DE CARAL»

HS Shiva Prakash

H.S. Shivaprakash (Hulkuntemath Shivamurthy Sastri Shivaprakash nació en 1954) es un destacado poeta y dramaturgo que escribe en Kannada. Es profesor en la Escuela de Artes y Estética de la Universidad Jawaharlal Nehru, Nueva Delhi. Dirige el Centro Cultural de Berlín, conocido como Centro Tagore, coordinado por el Consejo Indio de Relaciones Culturales (ICCR). Tiene siete antologías de poemas, doce obras de teatro y varios otros libros en su haber. Sus obras han sido ampliamente traducidas al inglés, francés, italiano, español, alemán, polaco, hindi, malayalam, marathi, tamil y telugu, y han sido interpretadas en Kannada, Hindi, Meitei, Rabha, Assamese, Bodo, Tamil y Malayalam. Shivaprakash también es una autoridad bien conocida en la literatura vachana, los movimientos Bhakti de la India y las tradiciones sufí y otras místicas.

 

ALTURAS DE MACHU PICCHU,
PROFUNDIDADES DE CARAL

Trad.: Ricardo Rubio

 

Ensueños
Mientras se elevan en medio de las nubes:
Si el cielo alto hubiera sido la tierra
Debajo, la tierra sería el cielo
Los detalles mundanos de la tierra cambiarían a sueños.
El lenguaje soñado daría otro nombre al agua
La magia del sol haría
Maderas verdes y brillantes orillas amarillas
Como esmeraldas y ágatas
Ensueños, tantos
Según descendíamos de esta tierra-cielo hacia el cielo-tierra
El vasto azul sería el primero en desaparecer
Cuanto más profundo
Las vastas inmensidades, las galaxias
Los viajes interminables…
No hay tierra en ninguna parte
Ningún hogar
Ninguna raíz
Sin nube de lluvia
Adiós alturas
Déjanos ir
De vuelta a la tierra
Nuestra única tierra
Donde los sueños crecen, florecen
En cosechas

Machu Picchu

1

Una flor de piedra colosal
En pendientes empinadas!
Pero no hay nadie aquí
Excepto curiosos turistas
E inmenso vacío
Sólo burbujas de agua,
Esculturas de piedra, arquitectura
¿Se han ido todos?
Ésta no es una ladera
sino una gran ciudad de piedra
No es una ciudad
Sino las ruinas de una ciudad
Déjame recrear en mi imaginación
Todo su esplendor
Y morar una vez más
En la última evanescencia

2

A una altura donde las aves no llegan
¡Qué maravilla han construido!
Una ciudad presumida
Que unió ochenta tribus en derredor
Con puentes de cuerdas
A través de valles y abismos
Y
Con el poder de arcos y flechas
Lanzas y mazas,
Misiles de piedra
¿Son estos los cimientos
De todas las civilizaciones humanas?

3

Ven
Escalemos hasta
Las ruinas de la ciudad en la montaña
Esos dos enormes picos
Viendo desde arriba
No nos puede decir
Las historias de piedra
Caminos de piedra
Todo es piedra
Calles de piedra
Todo es piedra
Casas de piedra
Todo es piedra
Plazas de piedra
Templos del sol
Todo es piedra
Piedras, piedras, piedras por todas partes
¿Pero dónde, dónde están los humanos?
Dime,
Llamas,
Amigas y comida de los hombres
¿Para quién llevaste las cargas?
¿Dónde están tus maestros
Y los maestros de tus maestros?

4

Todo, vacío…
Todo, abandonado…
Dime, templo del sol,
¿A dónde se ha escapado tu dios
Después de devorar tanta carne humana?
Dime, gran palacio,
¿Dónde están los reyes,
Sus innumerables esposas
Y los hambrientos cantantes de alabanza?
¡Se fueron! ¡Se alejaron!
El palanquín está a punto de llegar
Montando sobre los hombros desnudos de los esclavos
Escucha:
Tambores y trompetas
Flautas de bambú
Elogios lastimeros
¿Por qué y cuándo
Se acabó todo?
Hasta los campos de sal están vacíos
¿Dónde están los soberanos esclavos?
Quienes creían que su rey
Era hijo
Del sol
Que descendía a las montañas
Para regir
Todas las cosas
Y a todos
¿Dónde están esos dioses esclavos
Que llevaban enormes cargas
De oro, plata, pescado y granos
Trepando cuesta arriba
Trajinando cuesta abajo
Para saciar nuestra hambre?
Díganme
Rocas despiadadas
Díganme
Tú, cielo azul, testigo insensible
Ustedes, nubes apoyadas en los picos
que aterrizan en altas carreteras
Tú, luz del sol; tú, brisa
Todo ese pescado, carne y granos
Que ellos llevaron,
¿Cómo se agotaron?
¿En qué vientre se vaciaron?
Las hordas de llamas
Condenadas a transportar sus cargas
para convertirse en su alimento,
¿Cómo llegaron a su fin?

5

Los que sacrifican las llamas
Ahora han hecho un encantador juguete de llama
Lo envolvieron con
Ropajes y sandalias
Para tener listo el sacrificio del niño
Pobrecito, ¿qué hace el niño?
Sino sintiéndose feliz con el vestido del festival
De gloriosos colores
Y aún más feliz subiendo la montaña
En una procesión
Desde el valle celestial del Cuzco
Subiendo hasta Machu Picchu
Donde la muerte aguarda al niño
Adormecido con cuhasko
En el festival para los mayores
Una celebración para toda la gente
Tal vez las bolas del rey se curaron
Tal vez se previno un terremoto
Tal vez una inminente hambruna fue truncada
Porque el dios de la montaña se sació
Con la sangre inmaculada de un niño
Pero, salvo un golpe mortal en la nuca,
¿Qué recibió el niño?

6

¿La historia dorada de los leales esclavos
Que viven de las limosnas de sus amos
Que adoran dioses crueles
Que prueban la sangre de niños inocentes
Dónde esta ahora?
¿Dónde están los esplendores de rocas y piedras
Y el despiadado triunfo de la arquitectura?

7

Ni los terremotos
Ni las inundaciones de la lejana Amazonia
Ni relámpagos o truenos
Ni la furia de los dioses de la montaña
Ni la venganza de la diosa del océano
Deletrearon su final
Pero los que ofrecen víctimas en sacrificio
Se victiman de alguien más

8

Cañones y balas los alcanzaron
Antes de que llegara la noticia
De invasores españoles
La tierra tembló
Las aguas se estremecieron
¡Miren!
Llueven invasores,
La Santa Cruz en una mano
Y la espada en la otra
(¡Una extraña nueva arma!)
Sus bocas se llenan con la Biblia
Sus corazones rebosan de avaricia asesina:
«Oye, rey… Te perdonaremos
Danos oro que llene la habitación en que te escondes
Y el doble de plata
Daremos libertad a tu cuerpo
Libertad a tu alma
Libertad a tu pueblo
A la sombra de la Santa Cruz”
El rey asustado
Les dio oro
Les dio plata
Pero esos asesinos rompieron la promesa
Y lo ejecutaron
La gente asustada
Se acurrucó bajo la sombra roja
que cubría todo el continente hambriento
Fue entonces cuando los ríos, los océanos y la tierra
Se volvieron negros

9

Descendamos
Desde las alturas del águila de los devastados jardines de piedra
Al valle del Cuzco
Y vayamos más atrás
Dos mil años
Las viejas ciudades violentas
Naufragaron
Por los Incas más sedientos de sangre

10

Pachacamac es el nombre del dios
Que resuena con estruendo
Cuyos adoradores descendieron como truenos
Sobre los adoradores de la diosa del océano
Saqueaban sus graneros y tesoros
Fueron reduciendo a los vencidos
Y sus hijos
Obtuvieron las pirámides de ladrillo
Construidas sobre sacrificios humanos
Y se convirtieron en parte
De la historia
De ataques y contraataques
Y construyeron otra ciudad de piedras
Santificada con la sangre de las víctimas

11

En las perturbadas orillas
Del Océano Pacifico
Se alza una ciudad de terrores, truenos y tempestades
Una ciudad que se protegía con enormes fortalezas
Contra invasiones impredecibles
La ciudad de los héroes masculinos
Que ofrecieron la sangre de sus hijas
Para apaciguar la furia de sus dioses
Pasando por alto la ciudad en ruinas
En medio de las ondas perturbadas
Del océano Pacífico destacan dos rocas,
Una grande y otra pequeña,
Cuya historia es la historia de la ciudad:

Ella nació entre los dioses, una belleza incomparable. Los ojos lujuriosos de los dioses celestiales estaban siempre fijos en ella, que estaba orgullosa de que sus ojos fueran más grandes que los del sol y la luna, y de su insuperable par de pechos. Pensaba que todos los dioses eran menos que una pequeña brizna de hierba. Excepto uno, el que convirtió los desiertos en espléndidas ciudades, las piedras en majestuosos templos; el que sopló dulce música con una flauta de bambú; el que desafió a cada dios con su incomparable poder. Él había puesto su corazón y su alma solo en ella. También ella se enamoró de él, marchitándose en llamas de lujuria mientras él la esperaba… Hicieron el amor en medio de las olas del océano, dentro de los campos de maíz, entre enormes rocas hasta una noche de luna, cuando él sembró en ella su semilla. La semilla se convirtió en un hijo de incomparable esplendor. Cuando las alegrías de la maternidad cruzaron todos los límites, descubrió un día a su amada en su forma mortal original. Cuando la alegría se convirtió en furia y la furia en un dolor insoportable, saltó con su hijo a las perturbadas olas del Océano Pacífico… Con lo cual la diosa del océano, con su compasión infinita, las convirtió en dos rocas, una grande y otra pequeña, que hasta el día de hoy rugen las duras historias de la ciudad en ruinas con la voz de las inquietas olas.

12

Las inquietas olas hicieron una pregunta a la playa de arena
Y la playa de arena, a su vez, preguntó a los destrozados vestigios
De palacios, templos, vastas plazas de ciudades.
De ambiciones condenadas:
¿Cuál es la raíz de la causa
Del variado esplendor que la habilidad humana
Desliza en piedras, ladrillos, metales y madera
Y de pirámides siempre crecientes
Fundadas sobre sangre humana?
Oh malditos centros de la ciudad
Oh piedras rotas de templos abandonados
¿Cuál es la fundación
De tu devastación preordenada?
¿Qué otra cosa podría ser más que el miedo,
La terrible madre de tus armas asesinas?
¿Es la historia de la humanidad una breve coma
Entre dos palabras, miedo y violencia?
¿Es la vida humana
Un ave en ciernes
Aleteando entre el asesinato anterior y el siguiente
La cosecha más preciosa de la tierra?
Ven, huyamos de las furias
Gritando estas preguntas aterradoras
Y vuelvo dos mil años más
A otra ciudad, Caral,
La ciudad más antigua de América

13

Ni Machu Picchu
Ni Pachacamac
Ni Puallama
Son la historia más antigua de las Américas rodeadas de océanos
Sino Caral, la primera ciudad de las Américas,
Oculta bajo las arenas
Por cinco mil años
Oh Caral, piedra de la belleza del valle de Supe,
Oh casa más vieja que todas nuestras casas

14

Estuviste escondida bajo las arenas
Por cinco mil años para que nosotros
Pudiéramos llegar cansados
De subir y bajar
Pirámides construidas sobre cuerpos destrozados,
De excavar desde fuera de las ruinas
Huesos momificados de sacrificados bebés
O los cuerpos de adultos con los cuellos cortados
O cabezas destrozadas enterradas durante siglos
Bajo piedras insensibles
Junto a las armas mortales bellamente moldeadas
Hechas de plata, oro y latón
Después de entretener nuestros ojos
En hombres desgarrándose uno a otro
Después de admirar formas y siluetas de imágenes
hechas en piedra, metal y tierra
Entre un momento de derramamiento de sangre y el siguiente
¿Cantando con elogios las brutales victorias
Exaltando diosas y dioses de piedra, tierra, madera o metal
Engordan en la sangre de las víctimas?

15

Tú, esplendor arquitectónico
que brotas de las arenas
Tú, hogar de las primeras pirámides de la tierra
Ustedes, primeros centros urbanos que hicieron eco a la luz de la luna
Con las notas de flautas de hueso
Ustedes, primeras calles tendidas por las que pies humanos caminaron
¿Qué obras escenificaron en tus colosales teatros?
¿Qué canciones llenaron tus oídos mezclados con notas de flauta?
¿Con qué pies de bailarina se emocionó tu escenario?
Ustedes, primeros artesanos que hicieron tazas, platos y vasijas con piedras
Antes de usar metales
Antes de la porcelana
Ustedes, que guardaron registros en nudos de cuerda de kaipu
Antes de los alfabetos
Amantes del placer absortos en el amor largo y profundo
Mascando hojas de coyote
Ustedes, que perfeccionaron el cultivo del algodón
Y recogieron grandes cosechas
Ustedes, primeros maestros del comercio que intercambiaron cosas con lugares lejanos
Ustedes, ancianos de la capital de dieciocho asentamientos humanos
Ustedes, prole de una gran civilización
Flanqueada por los Andes y el Océano Pacífico
¿Cómo podrías sobrevivir y prosperar
Sin fortificaciones,
Sin ejércitos de defensa ni arsenales mortales
Siempre en paz
Por mil años
Mientras el viento y el agua rugían
Inquietamente?

16

Ustedes, acólitos de la violencia
Que anuncian temer la causa de las ciudades
Ustedes, falsos revolucionarios que predicaban
Desde los púlpitos manchados de sangre
Que la explotación mutua es el único motor
De las acciones de hombres y mujeres
Ustedes, sacerdotes del progreso que vociferaron
que la represión es la única base para avanzar
Ustedes, misioneros de creencias fatales
Que predican que solo el poder es razón
Vengan a Caral, la ciudad madre de las Américas
Desentierren el vestigio de un solo sacrificio de sus pirámides
Si pueden
Encuentren el más leve olor a sangre humana en sus templos
Si pueden
Muéstrenme una sola muralla fuera de sus ciudades y pueblos
Si pueden
Estos gobernantes y los gobernados no necesitaban ejército
Para florecer en paz y gloria
Por mil años
Oh noches tranquilas
Oh fructíferos días de Caral
Ustedes, los primeros siglos sin traficantes de guerra
Regreso del pasado enterrado
A nuestra edad de ruinosas esperanzas

17

La magia de la luz de la luna…
¿Cuál de sus caras veo?
¿La de un extraño
O la de un hermano de otra edad?
El cálido abrazo de la brisa de verano…
¿De quién es la voz cantante que llena mis oídos?
¿De una mujer desconocida?
¿O la de un amor de alguna vida pasada?
Esta noche
¿Qué sueños estoy soñando al dormir?
¿Uno mío?
¿O los de una ciudad antigua bajo tierra o agua?
¿Esta noche
Qué ciudades llenan mis recuerdos?
¿Del pasado?
¿O los de nuestro futuro siempre recurrente?
¿Esta noche
Qué tiempos me rodean?
¿Tres separados
O momentos eternamente presentes?

 18

Nacen de nuevo conmigo
Mis hermanos y hermanas perdidos
Mis amigos olvidados y queridos
Dormidos por siglos
Bajo las arenas con bloques de piedras
Sé que volverán
De mundos subterráneos
Despertados por mi voz amorosa
Recuperan sus flautas de hueso
Deja que sus alientos endulcen
Tus canciones favoritas
Se deshacen del sueño
De cinco mil años
Ven, vayamos al antiguo escenario
Actúen y bailen sus propias historias
¿Cómo tejieron la primera pieza de tela
Desde la primera madeja de algodón?
¿Cómo cubrieron al primer niño con eso?
Oh genios analfabetos
¿Cómo calcularon datos y sucesos
En la sintaxis de los nudos en la cuerda de kaipu?
¿Cómo mediste tiempos y estaciones
Con sombras de la piedra en el centro de la ciudad?
¿Cómo agradaste y apaciguaste a tus dioses
Sin el soborno de sangre?
¿Antes de la edad del oro y de la plata
Cómo pudiste florecer y prosperar
Por mil años
Sin violencia, robo o matanza?
Actuar en consecuencia
Todo de nuevo
En los escenarios de siete continentes
Y en los teatros de nuestro corazón

19

Oh, mis palabras Kannada
Se convirtieron en mis compañeras
En el lejano Perú
Gracias por hacerme compañía
En los ensueños diurnos en medio
De las alturas de Machu Picchu
Donde circulan águilas
Y desde allí
A las ciudades de la diosa del océano
Y de un dios con nombre de trueno
Con ladrillos y piedras manchadas de sangre
Y desde alli
A las profundidades de Caral, la ciudad madre
Y las voces del poema de Machu Picchu
Por mi hermano mayor Pablo
Amados corazones de mis queridos lectores
Que me acompañaron en el viaje solitario
El fruto de nuestro viaje
No fue arena, piedra o antigua ciudad madre del Perú
Sino estos pocos proverbios que robé de los sueños primordiales:
La paz es inevitable, no la guerra
Morir es inevitable, no matar
La adoración es inevitable, no sacrificar
El apareamiento es inevitable, no sin anhelo
El comercio es inevitable, no el fraude
Flores encantadoras, los sueños de las rocas;
Bellas formas, los sueños de los desiertos
Ciudades exquisitas, los sueños del vacío
La alegría de todos, el anhelo del alma
Escribe esto en los trozos de papel
De nuestros mundos moribundos
Átalos a las garras de las palomas del sueño
Déjalos que se vayan volando
A todos los tiempos
A todos los espacios
A todos los mundos

PIERO DE VICARI, «El ornitólogo de la Vía Appia»

Piero De Vicari,
de su libro de poemas «El ornitólogo de la Vía Appia»

Piero De Vicari

 


todo el verde cabe en esa hojita
que lleva la hormiga laboriosa
tozuda en su misión sin queja
tan diferente a mí que ando a los tumbos
pero sin hojas que llevar ni destino
donde un pie tan solo uno termina
la mentirosa tarea de Sísifo en que se agota
el hoy que nunca fue mañana
o lo será

todo el verde cabe en esa hojita
y pienso si es el fin de todos los principios
o solamente se me antoja digo
el principio del fin pero no
nunca se sabe

El ornitólogo de la Vía Appia, de Piero De Vicari


igual a las brazadas del río pero sin río
me dejo llevar por los ojos del pasado
que vuelve ahorita nomás en la quinta
con zorzales rufos cantando
un desvelo de paltas y romeros

y otra brazada y otra más como queriendo
pero no queriendo o lo que es peor no nunca
de un ayer que tatúa dibujitos en la cara
hombre que soy o que jamás
desde esa infancia que miente o ignora
el cómo son las cosas

que como son las cosas o se fueron dando
desde que la lluvia bailó con la muerte
tu muerte padre huérfano de vos
en esta orfandad que nos hermana y nos junta
para siempre o quizás
en la tibia incertidumbre del poema

dos tordos negros renegridos
como la sangre de las uvas del trapiche
vinieron o regresaron no lo sé
a la hora en que la tarde o sus pezuñas
caen en los hombros del que escribe
del que sueña y mitiga su soledad
en la siempre manía del intento

y así como vinieron cantaron y se fueron
dos tordos negros renegridos como la parca
que acecha pispea y se va y no se queda gracias a Dios
o a los hombres que tendrán su merecido
el día en que los tordos negros renegridos
por fin regresen y ya
para quedarse

Piero De Vicari

PIERO DE VICARI nació en San Nicolás de los Arroyos, provincia de Buenos Aires, Argentina, en 1963, lugar donde reside. Es Poeta, Narrador y Profesor de Historia; miembro fundador del Grupo Literario “Disámara”, de la Agrupación Nicoleña de Jóvenes Escritores (ANJE) y de la Asociación de Escritores Nicoleños (AEN); Presidente de la Seccional San Nicolás de los Arroyos de la Sociedad Argentina de Escritores (S.A.D.E.) entre los años 1992/1994; Director de la Escuela Municipal de Lengua y Literatura “Andrés del Pozo” (1991/2001), en la que coordinó el “Taller de Expresión Poética”, fruto de esa experiencia fueron las antologías editadas “Al filo de los nombres”; “Perfiles del fuego”; “Tijeras en el viento” y “Ángeles de sobremesa”.
Desde 1994 a la actualidad es co-director del Sello Editorial sin fines de lucro Yaguarón Ediciones, con las de 100 libros editados, muchos de ellos han sido acreedores de elogiosos comentarios de instituciones culturales de América, y Europa. Desde 1991 a la fecha es coordinador de talleres literarios, tanto en San Nicolás de los Arroyos (Taller de Narrativa “Roberto Arlt” y Taller de poesía “Oliverio Girando”, como en las ciudades bonaerenses de Ramallo (Taller Literario “Rafael Obligado”) y Campana (Campana Amanecer Literario). Producto de esa experiencia son las antologías “Nueva narrativa de San Nicolás”; “Los caminos del día” e “Identidad de agua”.
Fue presidente de la Comisión de Homenaje al Acuerdo de San Nicolás y la Constitución Nacional, habiendo promovido la publicación del libro “El acuerdo de San Nicolás y su proyección histórica” (Yaguarón Ediciones, 2005). Actualmente es vocal de dicha Comisión.

Ha editado en libros los siguientes poemarios:

POEMAS DEL CABALLO AZUL” (Premio Publicación del Fondo Editorial de San Nicolás, 1989)
GATO DE PIEL LUNAR” (Yaguaron Ediciones, 1996)
VICIO DE MANOS” (Mención de Honor en el Certamen Nacional de libros de poemas “Fundación Acero Manuel Nicolás Savio”, Yaguarón Ediciones, 1999)
PALABRA LÁZARO” (Contiene los poemas que obtuvieron el Primer Premio Nacional de Poesía en el Certamen “250 años de la fundación de San Nicolás de los Arroyos”, 2002)
TEXTURAS POSIBLES” (Botella al mar, 2010)
«AL TEMBLOR DE LA HOGUERA» (Yaguarón Ediciones, 2011)
«EL ORNITÓLOGO DE LA VÍA APPIA» (Huesos de sepia, 2017)

Su obra, tanto poética como narrativa, ha sido recogida por numerosas antologías, revistas, diarios y páginas web del país y el extranjero.

Ha sido parcialmente traducidos al italiano, francés, inglés, alemán, servio, croata, ruso, guarany, italiano, catalán y portugués, y ha obtenido numerosos premios literarios de orden nacional e internacional.

RAFAEL ALBERTO VÁSQUEZ (Buenos Aires, ARGENTINA)

Rafael Alberto Vásquez nació en Buenos Aires en 1930. En los años 60 integró el grupo “Barrilete” y compartió la dirección de la revista del mismo nombre. También compartió la grabación de un disco con poemas leídos por sus autores y música de la ciudad, Buenos Aires vuelta y vuelta (1966). Entre 1982 y 1986, con otros poetas, formó el “Grupo de los Siete” que editó varios cuadernillos de poesía.

Rafael Alberto Vasquez
Rafael Alberto Vásquez

Publicó: La verdad al viento (1962), Apuesta diaria (1964), La vida y los fantasmas (1968), La piel y la alegría (1973), Hay sol en Buenos Aires (1975), Cercos de la memoria (1992), Este sitio sin paz de la memoria (2007). Además, un cuadernillo editado por la Secretaría de Educación del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Rafael Vásquez-Ciclo de Poetas del 60 (2003), aproximación bio-bibliográfica sobre el poeta desaparecido Roberto Jorge Santoro, con un apéndice documental y una selección de su poesía.
Recibió el Tercer Premio “Evaristo Carriego” del Consejo del escritor (1962); la Faja de Honor de la SADE (1964); Mención en el Concurso Municipal de Literatura de la ciudad de Buenos Aires, poesía édita, bienio 1992/1993 (1998). Fue incluído en ocho antologías editadas en el país y una en el Paraguay. El libro del que fue extraída la biografía es EXPLICACIONES Y RETRATOS (2011).

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MEMORIA DE SANTORO
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                              a Roberto Santoro, poeta y amigo, secuestrado
                              el 1º de junio de 1977. Desaparecido.
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Han pasado los años.
No ha cambiado tu cara en el recuerdo:
la ventaja maligna de la ausencia.
Cada vez que me llaman y repito la historia
el tiempo se hace trizas como un vidrio empañado.
Y aparecen las fotos que no se muestran nunca,
los amigos, los libros, el café, las raíces
del barrio que sostuvo las voces de tu vida.
Aquel diálogo inútil -saber qué nos decíamos-
es una adivinanza que pierde su sentido.
Para la muerte no hay categorías,
pero la duda, el cuándo, los adioses sin fechas,
los supuestos más tristes desde un momento aciago
como el motor de un auto que parte hacia la nada,
no dejaron un punto final, sólo un suspenso.
Pasaron veinte años desde un viejo poema
que te escribí con culpa.
Más años todavía desde que te llevaron:
esa cuenta la cargan tu mujer y tu hija.
Yo apenas me confundo la sombra de tu abrazo
pero me sé tus versos
y te cuido ese sitio sin paz de la memoria.
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LA CAJA DE LAS FOTOGRAFÍAS
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Es una caja de cartón.
En su encierro de imágenes
han quedado las sombras de otro tiempo.
Familias y paisajes en las fotografías
que alguno capturó para volver a revivir un día:
una plaza, una calle, una figura adusta con aire de otro siglo,
gente que no conozco o que está muerta,
la infancia inevitable
o también esos padres
que uno se esfuerza en conciliar
a través de los años y la ausencia.
A veces me prometo
revolver ese mundo de papel que envejece
y explicarle a los hijos
los huecos diferentes del olvido.
Sin embargo la cita se posterga,
como aquellos viejísimos proyectos
reservados para unas vacaciones.
(Y aquellas vacaciones nunca llegan.)
Alguna vez los hijos
abrirán esa caja de las fotografías
y empezará el difícil ejercicio
del reconocimiento.
Sólo que en esa adivinanza
jugada al quién es quién,
no tendrán la certeza de hallar la solución
a vuelta de la página.
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EL PERRO PERDIDO
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El perro de mi hija
corre bajo el suburbio de una noche de enero,
cruza campos ajenos, montoncitos de escombros,
calles que nadie encuentra, ni nombra, ni conoce.
Bajo estrellas inútiles y un acoso de ruidos
por donde la pobreza suele sentirse viva,
en medio del festejo del año que inaugura
su reiterado estruendo,
pobre animal sin sombra del color de la noche
va sin rumbo ni techo, prisionero del miedo,
el perro de mi hija.
No puedo ver sus ojos
ni tampoco los de ella
ni adivinar el cauce de su llanto imparable.
Sé que no habrá medida para esta simple pérdida,
frecuente travesura del azar suburbano,
porque de un sólo golpe todo el dolor del mundo
bajará desvalido con su muda injusticia
-que no podré apartarle-
sobre su corazón.
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SIGNOS
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A veces no nos sirven,
se quedan más acá de todas las fronteras,
nos tuercen el idioma con sus signos
meramente exteriores;
es como si al salir al aire tropezaran
y nos cambiaran todo el contenido.
Las pensamos adentro,
nacieron en la zona de la verdad
pero algo nos traiciona.
O no dicen lo mismo que decíamos.
Pero no hay otra clave
para hablar y entendernos,
sólo nos quedan ellas,
las palabras.
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                                (de La vida y los fantasmas)
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CARTA
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Hijo: tengo tu carta entre las manos;
la llevo en el bolsillo, cerca del corazón,
camina la ciudad
conmigo.
A veces ni la leo,
es como si al mirarla entre mis manos
me hablara de temblores y de abrazos,
de distancia y silencio,
silencios que me vienen de tan lejos.
Como siempre, me cuesta
juntar esas palabras del principio:
decirte que estoy bien, que el trabajo no pesa y siempre escribo.
Sé que ataré después el hilo de la historia,
diré cosas triviales, me pondré en una foto,
me alegraré contigo de lo poco que cuentas
(también una manera de sentir que te extraño)
y al fin, como otras veces,
fracasaré en decirte todo lo que te quiero.

Hijo: pensar que yo creía
que era fácil hablar con los demás
y en años no lo aprendo.

                                            (de Cercos de la memoria)

TRES POEMAS DE GRACIELA MATURO (Español/Portugués)

Tres Poemas de Graciela Maturo
vertidos a la lengua portuguesa
por Rolando Lazarte

Celebración de los 90 años de Graciela Maturo
Agosto, 2018.

Memoria del trasmundo
XXVI

Vuelo sobre el mar
dejando atrás las cenizas
de los que amo.
Vuelo sobre los tiempos del dolor
sobre los cementerios
donde enterré mis lágrimas.
Voy hacia días desconocidos
hacia las Islas Afortunadas
donde crece
el árbol mágico del pan.
Dueña de mí y del aire
sé que todo está vivo para siempre.
La distancia es sólo una ficción
inventada por los condenados.

De Memoria del trasmundo (1a edición 1995, 2da edición 1999).

Memória do além mundo
XXVI

Vôo sobre o mar
deixando atrás as cinzas
dos que amo.
Vôo sobre os tempos da dor
sobre los cemitérios
onde enterrei as minhas lágrimas.
Vou para dias desconhecidos
para as Ilhas Afortunadas
onde cresce
a árvore mágica do pão.
Dona de mim e do ar
sei que tudo está vivo para sempre.
A distância é apenas uma ficção
inventada pelos condenados.

Navegación de Altura (Fragmento)

En la caverna de mi pecho nació un pájaro.
En el silencio de las grandes ruedas
que mueven los días y las noches
se oyó su canto solitario, tenue.

Sonaba en las albas iluminadas
o en la impiedad de desiertos dolorosos.
Pájaro auroral
ascua viva
corona de los días.

Dejadme amigos míos
en el vivir y el desvivir
dejadme entrar en la fogosa interioridad del bosque
donde residen los leones de la noche
y despertar en las auroras con jacintos azules
y ruido de mar en mis oídos.
Durar en el jardín
beber en el arroyo frío
entre piedras de musgo amarillento;

Mis ojos han sido destruidos
y han vuelto a nacer con luz propia.
Ellos me llevan ahora
entre nubes ingrávidas.

             De Navegación de Altura, Madrid-Buenos Aires, 1997

Navegação de altura (fragmento)

Na caverna do meu peito nasceu um pássaro.
No silêncio das grandes rodas que movem os dias e as noites
Se ouviu o seu canto solitário, tênue.

Soava nos amanheceres iluminados
ou na impiedade dos desertos dolorosos
Pássaro auroral
brasa viva
Coroa dos dias.

Deixai-me amigos meus
no viver e no desviver
deixai-me entrar na fogosa interioridade do bosque
onde residem os leões da noite
e despertar nas auroras com jacintos azuis
e ruído de mar em meus ouvidos.
Durar no jardín
beber no arroio frio
entre pedras de musgo amarelado;

Meus olhos foram destruidos
E voltaram a nascer com luz própria
Eles me levam agora
Entre nuvens ingrávidas.

Poema de la flor tardía

                                      Para mi hermano Horacio

Triunfa, violeta alpina con tu seda morada,
triunfa sobre el vacío y la tristeza
del final del invierno, del olvido.
Sobre el gris de los días resurge tu belleza
y el oro de tu frente en mi ventana estalla.
Altiva y delicada con tu manto de reina,
con el callado amor de quien te envía,
eres un corazón abierto a todos.

Hablas en tu mudez resplandeciente
de la nieve, del brillo de los soles profundos,
del viento, del rocío, del canto, de la lágrima.
Traes una palabra en el desierto
un ala azul que tiembla en las rocas del alba.
Me recuerdas el aire de los días gloriosos
la ruta enamorada de la esperanza viva.

En tus pétalos graves abiertos hacia el cielo
miro nacer de nuevo la mirada de un ángel.

                 En la mañana del jueves 26 de octubre de 2017 (Inédito)

Poema da flor tardía

                                      Para o meu irmão Horacio

Triunfa, violeta alpina con a tua seda lilás
triunfa sobre o vazio e a tristeza
do final do inverno, do esquecimento.
Sobre o cinza dos dias renasce a tua beleza
E o ouro da tua fronte explode na minha janela
Altiva e delicada com o teu manto de rainha
com o calado amor de quem te envia
és um coração aberto a todos.

Falas na tua mudez resplendente
da neve, do brilho dos sóis profundos
do vento, do orvalho, da lágrima.
Trazes uma palavra no deserto
uma asa azul que treme nas rochas do amanhecer
Me lembras o ar dos dias gloriosos
a estrada enamorada da esperança viva.
Nas tuas pétalas graves abertas para o céu
Vejo nascer de novo o olhar de um anjo

                        Na manhã da quinta-feira 26 de outubro de 2017 (Inédito)

 

ARMENUHI SISYAN, poemas (ARMENIA)

Armenuhi Sisyan, poemas

Traducción: Ricardo Rubio

 

El recuerdo se enfría entre mis dedos,
sin querer, mis ojos miran fijo
mientras las aves migran a lugares más cálidos,
desesperadas,
es la victoria de los vientos,
no la del corazón,
que mis mejillas no se sonrojen
al calor de la memoria.
Mis palabras van detrás de los pájaros:
descansan donde está la poesía.

Camino sobre ti
dejando huellas,
copias de mis pensamientos
con la forma del amor,
Algún día
(promesa),
me cubrirás
con el mismo afecto,
Tierra.

¡Siempre te seré fiel, árbol!
Un día, cuando ya no estemos aquí,
yo me convertiré en una línea,
tú te convertirás en una página
y nos encontraremos,
deberemos ser serviciales,
yo, como un poema,
tú, como una página blanca,
y nos abrazamos.

La Gran Ausencia está
aquí otra vez,
dentro de mí, a mi alrededor.
Señor de la Misericordia,
¡llévame al lugar
donde nunca estoy!

 

Armenuhi Sisyan

 

Armenuhi Sisyan (Armenia) es escritora, poeta, Profesora de Lengua Armenia en la Universidad Médica Estatal de Yerevan. Autora y coautora de varios manuales de capacitación para estudiantes. Ha publicado ocho libros. Sus obras están traducidas al inglés, japonés, francés, italiano, chino, polaco, ruso, alemán, persa y albanés. Es Miembro de la Unión de Escritores de Armenia desde 2007, de la Junta de la Asociación Internacional de Escritores Pjeter Bogdani en Bruselas (IWA), de la Japan Universal Poets Association, (JUNPA), en Kyoto. Narraciones y poemas suyos aparecen con frecuencia en las principales revistas literarias armenias y del extranjero.

En 2012, una de sus historias, «El bolso», fue galardonada como una de las mejores historias del año. En 2013, su libro «Oye, Noé!» fue el 2° entre 10 bestsellers en Ereván. En 2016 le fue otorgado el Premio de Poesía anual por su libro «Anhelo por 1000 años». En 2018 recibió el Premio de Poesía de la Unión de Escritores de Armenia y del Ministerio de Defensa de la República de Armenia.

Participa periódicamente en diferentes festivales y programas literarios internacionales: En 2012 (julio-agosto), recibió una beca de dos meses en Viena, invitada por el programa Kulturkontakt Austria; en 2013 participó en el Festival Internacional de Poesía de Génova (Italia) desde Armenia; en agosto de 2013, fue invitada a Suiza por la Organización Chateau de Lavigny, donde realizó lecturas de prosa y poesía (Ginebra y Lavigny); en 2013, 2014, 2015 y 2016, participó en el Festival Literario Internacional »Arca Literaria» en Armenia; en 2018 fue invitada a Japón al «Festival de Kyoto de Poesía 2018».

 

Sus libros:

 

  • «Un puñado de luz», Yerevan, 2006 (novelas cortas, poemas en prosa).
  • «Harahos» – 2007, Yerevan (cuentos).
  • «¡Oye, Noé!» 2012, Yerevan (cuentos).
  • «Los caminos de Bloomy» 2013 (para adolescentes).
  • «Anhelo por 1000 años» 2016 (poemas).
  • «De vuelta al cielo», 2016, Yerevan (novela).
  • «Dueto de fuentes», 2017, Kyoto, Japón (poemas, en japonés).
  • «Dueto de gotas», 2018, Kyoto.

 

LA POESÍA DE FADIR DELGADO ACOSTA (Colombia)

Fadir Delgado Acosta

Fadir Delgado Acosta es escritora colombiana. Autora de: La Casa de Hierro, El último gesto del pez y Lo que diga está lleno de polvo. Profesional en Comunicación social. Magister en Creación literaria de la Universidad Central de Bogotá. Sus textos han sido publicados en diferentes revistas literarias nacionales e internacionales. Invitada a distintos festivales y encuentros culturales  en Europa, Latinoamérica, Canadá y Egipto. Sus textos han sido traducidos parcialmente al inglés, al árabe, al francés, al italiano y portugués. Premio en Poesía del Concurso Internacional de literatura de la Universidad de Buenaventura (Colombia). 2014. Ganadora de la Residencia Artística en Montreal por parte del Ministerio de Cultura de Colombia y el Consejo de Artes y Letras de Quebec, en el área de literatura. 2013. Premio Distrital de poesía del Portafolio de Estimulo de Barranquilla 2017. Ganadora de la convocatoria internacional de la Oficina de la Juventud de Québec para participar en un intercambio literario en esta Provincia. 2010. Su libro El Último gesto del pez fue traducido y publicado al francés por la editorial Encre Vive de Paris en el 2015. Se desempeña como tallerista literaria y es coordinadora de la Fundación Artística Casa de Hierro de Barranquilla.

ALGUNOS POEMAS:

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Hada ciega

En la oscuridad alguien dice mi hijo
y la palabra hijo es un puño de espinas que se abre en la garganta
Abre la boca
ábrela bien
y vuelve a decir mi hijo
porque la palabra es agua que comienza a ahogarte los pies

Escarba el agua
quítate el cansancio del viaje pegado al cuerpo
y vuelve a decir mi hijo
mira que hijo no es cualquier filo
cualquier cuchillo
con él podrías cortar un relámpago
cortarme un relámpago
cortarle los ojos a un hada

Te lo pido:

Regálame el hada ciega
Pónmela en el pecho
No me digas de qué especie es
No me llames hada
No me digas el nombre de un pájaro
No clasifiques el vuelo

Déjame el hada
Pero llévate a tu hijo
Antes que la palabra te ahogue
Antes que sea cualquier filo
y no cortes nada con él

Llévate la palabra hijo

Ponle el nombre de un pájaro
Clasifícale el vuelo
Pero llévatela

Te lo pido:

Regálame el hada
Pónmela en el pecho

Hada ciega

Te lo pido:

En esta oscuridad
préstame tus ojos.

.

El hambre se hierve

Al olvido lo meto en una jaula para ocultarlo del trueno
Y le abro el pecho para que encierre sus bestias

Alguien me dirá que es demasiado abstracto
Que el olvido no es visible
Que intente ponerlo cara a cara con un objeto
Pero cómo hacerlo
No le conozco la cara
Pero sé que siempre tiene sed
y algo me dice que le gusta atravesarse en el camino para hacerme caer
que cuando estoy más cansada aparece y me golpea la cabeza
Y me hace retornar al punto de partida

El olvido tiene dientes
Se rasca hasta encontrarse la sangre
Le gusta hervir el hambre
Porque el hambre se hierve
Podría masticarme
Comerse mi carne
Abrirme los ojos
Coserme la boca con las hebras de mi propio pelo
Con mi saliva saciar su sed
Sacar de mis pechos a todas sus bestias
Porque sabe que lo olvidaría
Que no tendría manera de recordarlo.

.

Lo que diga está lleno de polvo

Debajo de la lengua tengo palabras heridas en combate
Hospitales con sus gasas ahogando la herida
Debajo de mi lengua tengo una legión de escombros
Me he partido los labios por quitar esos restos de piedras pegados a los dientes
Lo que diga está lleno de polvo
De ciudades en ruinas
Lo que diga tiembla como punto de luz en el agua
será siempre un grito encalambrado
Siempre el domingo apuntándome con su escopeta
Siempre los perros abriendo la tierra para mostrarme sus huesos
Siempre la palabra que se escucha como la explosión de un tiro
Esa misma palabra que cava su tumba dentro de mi boca.

.

Manifestación de la luz

Está en una cueva
Hay una luz que titila
Una raíz de vidrio que le corta los párpados
No es nada más
Sólo un montón de miedo
Un sudor de lodo
Un terrible ruido

La luz tiene espinas
Espinas que le hieren los ojos
El temblor de sus muslos espanta las hormigas sobre el cuerpo
La luz protesta
Es humo
Humo que le arde en los huesos
Cierra los ojos
pero la luz en huelga no se va hasta que los abra
Alguien suelta unos perros rabiosos
El exceso de luz le impide verlos por completo
Tienen colmillos con las puntas brillantes

No sabe adónde huir
La baba de los perros inunda el lugar
Cree que los perros tienen luciérnagas en la lengua
La baba de rabia se le mete en el cuerpo
La luz protesta con un niño en el centro
Un niño cubierto de agujas que se lo arrojan a la cara
Quisiera saber quién está detrás de todo esto
¿Por qué la luz protesta?
¿Quién convoca las marchas?
¿Quién es el líder?

Se quiere arrancar la piel y entregársela a los perros
Un desierto le nace de la boca
Bebe la rabia de los perros
y se hace hambre
me hago hambre
Tengo un desierto en la boca
Una luz tierra que se mete en los dientes
Un niño de agujas cortándome los ojos.

.

Cielo de soldadura

Jugamos a parir hijos de relámpagos
Los contábamos como insectos blancos
Desaparecían y se pegaban hasta volverse babas
Hasta ser luciérnagas sin cristales
Hasta darnos cuenta que sólo habíamos parido cráneos de antiguos miedos

Aun así dejamos atrás las escamas de la ciudad
La podredumbre de los mares que se le han muerto

El camino lo abrimos
Fue una filosa herida que nos cortó las manos
cuando decidimos reventarlo
sacarle las entrañas
y sembrarle una raíz con gusanos de luz

Jugamos a comernos nuestros hijos
a cortar alas y tragarlas como cadáveres de hielo

Nos hicimos desperdicios de animales
Niños muertos
Perros aguardando un cielo de soldadura
Nos hicimos eternidad
árboles en un charco de luciérnagas.

.

Mar en el bar

Esperar que por la puerta entre el mar
Que abra su noche en frente de todos
Que comience a repartir girasoles guardados en botellas de vino
y verlo reservarse una ola para él

El mar oculta siempre una ola
En la barra del bar le han visto leerle un cuento
ese cuento de la ola
del caracol que parió en los rieles de un tren

Dicen que cuando lo hace
se cubre de escamas
se vuelve reptil
se arrastra por las mesas
Y comienza a cantar canciones que las olas no entienden
Hay canciones que las olas no pueden escuchar
Aunque que quisieran
las
olas
no
lo
escuchan
todo

Y se enoja
El mar se enoja
Le arranca los girasoles a la gente del bar

Abre su boca de reptil y se los come
Y los párpados le titilan
Hace crujidos de ebriedad
Comienza a caer
a dormirse siempre en el bar
La ola no quiere que el mar se duerma
porque es difícil levantarlo

La ola se aleja y lo ve caer
Jamás lo cargaría
Eso no es un asunto de olas

La b es un ojo de agua que separa al mar del bar
Por eso le gustan los bares
Porque escucha canciones donde el pescado podría ser también veneno
Y él sabe a qué suena el veneno
Hasta lo canta

La ola siente una culpa
Un escalofrío
Pero qué saben las olas de la culpa

Esperar que por la puerta entre el mar
Pero quién ha visto que el mar entre a los bares
Quién ha visto que el mar entre por las puertas.

 

//

La poesía de Bengt O Björklund

Bengt O Björklund (Suecia, 1949)

Bengt ö Bjorklund

Nació en Estocolmo. Es poeta, periodista, fotógrafo, músico, escritor y artista. En 1968 aterrizó en la cárcel de Estambul junto con un grupo de artistas, poetas y músicos internacionales. Se abocó a la pintura sobre tela y ha realizado numerosas exposiciones en variadas salas. La ciudad de Estocolmo adquirió uno de sus grandes lienzos. Escribe poesía en inglés y conformó bandas de rock en Inglaterra y Brasil, donde condujo programas de radio, pues también habla portugués. Ha publicado: La ventana rota (1975); Los buscadores de la gracia (1978); La ciudad (2003); Me perdí Woodstock (2009); Reflexiones (2010).

                                                                                    trad. del inglés: Ricardo Rubio

Bengt ö Bjorklund & Ricardo Rubio

De “DIEZ POEMAS”

tan suave este viento
esta soledad
en la que te extraño

”serendipia” susurraste
”sé el agua
de donde viniste”

el alegre árbol está en plena floración
el jardín cede
al alto cielo vernal

soy la distancia desde aquí
a una playa en alguna parte
entre el Trópico del Cáncer
y el Trópico de Capricornio
una palmera en una región polar
flores de cerezo alrededor del ecuador

había una melodía en la radio
había cierta urgencia
el modo en que el día sangraba los rayos
en mañanas posibles
era una danza clara de la criatura
sobre teclas blancas y negras

narices de hombres viejos en rápida primavera
perros corriendo salvajemente
hay tanta dulzura
en la capacidad de decir esto
y recuerda
que hice un buen día de primavera

impregnado en cuentos de nunca más
empapado y pagado
por ricos tontos y la oportunidad
hago mi última apuesta
al número once

hay grietas en el desliz
cargas de confirmación
en los brazos de hombres araña
muriendo por tomar tu temperatura
con ellos al infierno

una pálida luna comida por las vacas
estrellas prohibidas por el estado de Kansas
la mala hierba es para los hombres de menor ambición
el té para aquellos con habilidades sociales
un cielo azul es sólo un cielo azul

hoy no se sentencian
las ondas del rol de ayer
con las respuestas que soy

manos pálidas rebotando
resurrección de piel tensa
en un golpe de regreso

bosquejo de sombrea que sangra
no hay consuelo
con la vejez

el mal camino en las calles
batió como una pluma en la tormenta
al morir el día
se encuentran a sí mismos en otra historia

los hombres pequeños ondulan y saltan
de una oración a otra
no hay decisión
sobre el paradero del yo

ardiendo como un intento del Columbus
completamente fuera del mapa
intérpretes del universo del Hubble
los colores que vemos

mano firme soportando el día
disparando como una estrella
a través de la historia
y espacios de silencio
entremedio

te sostengo un rato
y amo
el modo en que hueles
el modo en que tu piel se encuentra
con mi anhelo

me vaporiza, no por el mar
me usa como un broche
pegado a su piel
rodando como una marea
a la orilla final

 

Hero – Carmina, el nuevo poemario de Ricardo Rubio comentado por Cesc Fortuny i Fabré

Hero – Carmina

 HERO – CARMINA

En el principio era el Verbo

 

El epígrafe de Thomas Carlyle, que abre las puertas de esta obra, representa un hilo, una columna vertebral donde se sustentará el periplo del héroe. El título no engaña, Hero Carmina, poema para y por el héroe. Poesía ya no heroica, sino escrita desde la heroicidad, desde las tripas mismas del acto vital, de la mirada al pozo y de la autoconciencia El salto de fe al abismo de saberse, de autoconocerse. Las canciones del héroe, la consciencia, la vida.

Según el evangelio de Juan, “En el principio era el verbo …” así en nuestro Hero Carmina, Ricardo Rubio nos dice en el poema  Tierra de Lid “… Luego llegan las mañanas del alfabeto: las líneas cruzan el papel y el lápiz cristaliza la memoria …”  Al igual que un discurso, nuestra mente se construye, se forma, y como decía W.S. Burroughs, el virus del lenguaje se encarga de estructurar nuestra mente, de dar nombre a sensaciones y a conceptos que nos serían del todo ajenos.

Sin ninguna piedad, el poeta nos advierte que “ … Tiznado, entre la inercia y los sueños, el héroe empieza a vivir jugando al desenlace. …” ya que de ese inconsciente que colapsa, nace la voluntad, el empuje o la libido si lo prefieren los más freudianos, que nos arrastra río abajo. Siempre el mismo lecho, siempre distintas aguas.

Una vez hecho el salto, una vez conseguido el desequilibrio que mantenía la balanza, el consciente se va formando al dar nombre a las cosas, y al hacerlo, se va formando a sí mismo. Como un mantra eterno que no quiere despertar, pero que al ser recitado en voz alta, despierta a su emisor. Muy descorazonador resulta la insistencia de Rubio en recordar el azar, el caos inherente a la creación, el doloroso sinsentido de la existencia: “Nos es dado este fragmento para intuir la luz,/ para verla nacer y morir en manos de la ruina,/ para ser y no ser entre raudales de azar,/ para fatigar su índole,/ su esencia de secreto,/ su afonía.” Descorazonador, sí, pero terriblemente bello.

Para el poeta, es ya toda una heroicidad, roer ese estadio preconsciente, ese cálido útero de la mente, en el que ésta funciona de otra forma, con otros códigos probablemente mucho más naturales, así “… el niño funda la sustancia silábica,/ una intención de lumbre en el sonido …”

Llama la atención la pulcra construcción gramatical, el quirúrgico dominio de las palabras, imposibles sin un oficio sólido, sin una experiencia asentada. Algo que me induce a pensar en una madurez, en un control de las riendas, que permite hacer y deshacer al poeta lo que le viene en gana. En esta primera parte del poemario, me resultan muy destacables  los versos del poema La lucha interior del adalid: “Veo la oscuridad/ y no sé si la noche es la de afuera.”  Esta certera simplicidad con la que se expresa en ocasiones, contrasta con el complejísimo discurso que encierran las palabras.

Ricardo Rubio

Las estructuras de los poemas suelen contar con versos flotantes, lapidarios, sentencias que sepultan inmisericordes, y que resonantes, rebotan en nuestra memoria inmediata. Estos versos flotantes, son usados en ocasiones tanto a principio, a mitad o al final del poema, amén de ser usados en las tres ocasiones a un tiempo. Pero es para mi gusto el verso flotante final, el que actúa de rúbrica, el que encierra el secreto y la sorpresa, es como digo, la losa que el héroe debe soportar en su largo recorrido.

Los versos en forma de pregunta interrogan al héroe sobre el mundo que le rodea, le sitúan y le anclan poco a poco en esa realidad que se construye con el discurso, con la interpretación.

Si la primera parte del poemario es la niebla de los sueños, el preconsciente, la segunda es la asunción de la no heroicidad,  “No habrá juglares ni trovas/ para el héroe de todos los días./ Será diminuto, invisible,/  un latido al azar.” o en otras palabras, la desaparición de las formas mágicas, y la aparición de lo cotidiano, y a su vez, el hecho de que lidiar con ello, con lo cotidiano digo, será de facto, toda una heroicidad.

El poeta se pregunta cual es el sentido de todo lo estructurado hasta el momento, de la vida tal y como se entiende en la edad adulta, del conjunto de convenciones que nos permiten relacionarnos y socializarnos. Aquí, las preguntas interrogan al héroe sobre su naturaleza, sobre el trabajo de construirse y sobre su construcción misma, pues el héroe, desprovisto ya de la certeza de la inocencia, cuestiona y se cuestiona el mundo y a sí mismo. “Sé que respiro,/ aunque ignoro el sentido de la inercia./ Sólo intento superar la asfixia,/ la opresión, el tedio, la acidez,/ la desolada esperanza de equidad./ ¿Dónde, la lógica, el juicio, la razón?”.

Los propios interrogantes, las preguntas, son los dragones contra los que debe lidiar, aún a sabiendas de que la victoria es imposible. Son los molinos de un Quijote enloquecido ya por su propia locura. Ya no hay hadas ni duendes, y aunque se intuya futuro, el pasado empieza a doler mucho más.

El héroe es presentado aquí como un ser que busca, una vez asumida la destrucción de lo mágico,  una justificación para la existencia, una excusa que resucite el motor, la voluntad primera que lo desencadenó todo. Un retorno imposible a ese desequilibrio inicial, al Big Bang.

Especialmente demoledor se me antoja el poema Parpadeos de un derrotero heroico, donde se exploran con crudeza las sensaciones de desconsuelo y decepción propias de la vida, de la asunción de la vida, del espeluznante resultado de hacer balance. La crisis. Citaría entero el texto, pero me quedaré con el verso final “Ningún espejo descubrirá mi ausencia.”  donde la tragedia del vampiro es una metáfora arrasadora y brillante, sobre la terrible sensación de indiferencia que nos profesa lo externo hacia nuestra existencia.

Si pudiésemos hablar de nacimiento, vida y vejez, no sería esta última un remanso de paz, más bien parece que el poeta nos enfrenta a la derrota absoluta, a la destrucción de todos aquellos conceptos que creamos en la segunda parte del poemario, y que ahora han sido desenmascarados definitivamente. Una rendición, entiéndase, muy al estilo de Miguel de Molinos, quien nos hablaba de la aniquilación, el recogimiento, la muerte mística, la oración de quietud; y en definitiva, de la suspensión de la palabra y por ende del entendimiento.

Es en esta última parte, donde en el poema El desmayo a los pies de una estatua, aparece el magnífico epígrafe del poeta, narrador, dramaturgo y ensayista Omar Cao, “Sólo los elefantes/ vuelven para morir …” Ricardo Rubio nos sumerge en la destrucción, en un Kali-Iuga particular, donde el héroe desbarata poema a poema, deconstruye verso a verso, todo cuanto había parecido asentado. La soledad y el silencio, son ya compañeros de viaje, son hermanos, padres y madres que se proyectan en antiguos espacios familiares, lugares que una vez revisitados, aportan la paz de la derrota. “… la noche apacigua las heridas/ y el silencio es pan del bueno/ antes de empezar a soñar. …”

Si existe un final, es el principio, ese en el que nada tenía nombre, donde todo estaba por descubrir, por hacer, un alzheimer deseado y liberador. La fusión con el niño y con todo. La extinción.

Cesc Fortuny i Fabré

Cesc Fortuny i Fabré,
Monistrol de Montserrat, 2018

LEE KUEI-SHIEN 李魁賢詩集 (Taiwan)

Lee Kuei-shien
Lee Kuei-shien

 

Li Kuei-Hsien (1937) es un autor y poeta taiwanés. Comenzó a escribir poemas en 1953 luego de graduarse de Ingeniero Químico  en el Instituto de Tecnología de Taipei. Lo caracteriza su escritura del verso extendido en Hokkien taiwanés y es una figura influyente en el movimiento de la literatura de su tierra. El trabajo de Lee aparece en varios libros de poesía publicados en 2001, 2002 y 2003. Su «Requiem del incidente del 28 de febrero» fue musicalizado en 2008 por el compositor Fan-Long Ko. Ha sido traducido en Japón, Corea, Rusia, Nueva Zelanda, Mongolia, India, la ex Yugoslavia, Rumania, Grecia, España, Holanda y Canadá. Li también ha traducido poemas y colecciones editadas de poemas modernos de Italia y otras fuentes europeas. Fue presidente de la Fundación Nacional de Cultura y Artes de Taiwan. Desde 1976 es miembro de la Academia Internacional de Poetas en Inglaterra. Fundó el Taiwan P.E.N. en 1987 del que ha sido Presidente. Galardonado con el Premio de Poeta Distinguido de Corea (1994), el Premio Taiwán de Poeta de Rong-hou (1997), el Premio Internacional de Poetas de la India (2000), el Premio de Literatura de Taiwan Lai Ho y el Premio de Cultura Premier (2001), el Premio Michael Madhusadan (2002), el Premio Wu San-lien de Literatura (2004) y la Medalla de Poeta de la Fundación Cultural Mongol (2005). En 2001, fue nominado para el Premio Nobel de Literatura por la Academia Internacional de Poetas de la India.
.
Trad del inglés de Ricardo Rubio
 .

Existence or Non-existence     存在或不存在

Existencia o no existencia

 

El cuadro

Desde hace mucho tiempo
«Los amantes» de Picasso están en  el mismo sitio
sobre la pared.

Me gustaría elevarlo de posición,
lo que implicaría reducir el fulcro
para que se vea más alto.

Cuando se excede el centro
todo el cuadro cae
del revés.

En ese instante,
la imagen colapsa
y su sombra desaparece.

El cuadro se mantiene
anhelando
la posición original de «Los amantes».

Pese a todo, un clavo
permanece en el corazón
en la pared.

23/02/1994

.

Me borro

Me borro
no existo en tu idioma
borro mi propia sombra de tu historia
me niego a aparecer en tu sueño
me borro deliberadamente
convirtiéndome en otro, no en la nada
en un campo de distinta contingencia
durante la trama confusa
permanezco atónito bajo la superficie del suelo
para enterrar mi propia vida
para evitar el corrosivo aire venenoso
con mi existencia ausente en tu lenguaje
con mi sombra ausente en tu historia
con mi apariencia ausente en tu sueño
estoy en otro campo de confusa contingencia
voy a ser incubado en un tiempo de asombro y diferente
Por fin el resultado de esta anulación:
tu existencia ausente en mi lenguaje
el borrado de tu sombra en mi historia
el rechazo a tu aparición en mi sueño
Me borro
por fin, por fin se borra todo tu sistema

10/09/1994

.

Los recuerdos no pueden apagarse

 

Tu libro de poesía que dejaste en mi casa
no tiene un poema para mí

Supongamos que quemo el poemario para calentarme
¿Pasaría este invierno
de un modo más romántico
o más marchito?

Me place devolverte este libro de poesía
y simplemente quedarme con la calidez de los recuerdos
para mantener la temperatura de mi cuerpo en lo que resta del invierno

Un libro de poesía es bastante intenso
los recuerdos no pueden quemarse
Mis recuerdos crecen con más ardor
y así este invierno se acorta

23/12/1994

.

La variación de la existencia

El retrato de mi perfil
siempre es una imagen extraña.
No conozco mi barbilla
tan resistente a la gravedad.
Todos los días me visto ante el espejo
mantengo el equilibrio en las dimensiones X e Y
pero sin claridad definida para la dimensión Z,
sumergido en un sentimiento sin ninguna realidad.
En la vida tridimensional
sólo mi propio plano se muestra real
y en ese retrato plano
se detecta un inconsciente nivel estéreo.

De la cinta magnética escucho mis propios sonidos
y encuentro sorprendentes voces magnéticas
tan hermosas que las envidio.
Por lo general escucho mis propias voces
saliendo del tímpano perpendicularmente,
y después de grabarse en la cinta magnética,
entrando en la membrana del tímpano en paralelo.
¿Sucede por la variación de la melodía
del mismo modo en que se propagan las ondas del sonido
a través del espacio?

El suceso que agrada a mis ojos
causa una sensación de disgusto
a través del proceso artístico.
La melodía me resulta terrible
por el contrario, me encanta
mediante la reproducción mecánica.
¿Cuál es la esencia de mi existencia
y cuál es la existencia de mi esencia?

8/11/1995

Ricardo Rubio y Lee Kuei-shien en Macedonia
Ricardo Rubio y Lee Kuei-shien en Macedonia

HANY OWEED (Egipto)

Hany Oweed
Hany Oweed

Trad. de Ricardo Rubio
de la versión en inglés de
Abdelrehim Youssef
del original en árabe.

 

Torres de represión

No te preocupes por la noche
que ya no tiene efecto de terciopelo,
ni la soledad mora en esos callejones
apilada en sus restos,
es más que eso;
se queda detrás de los bultos
y ojos fijos
se mantendrán encendidos
para secuestrar lo que piensan,
para construir
las torres alpinas de la represión.

 

 

La canasta de mis sueños

Sola, sin brazo
está la canasta de sueños colgada en el hombro de la niebla.
Me dejó
o la dejé, ¡no lo sé!
Dentro de mí, parvas de caos
y una ilusión arrastrándose ingenuamente hacia mis ojos,
dispersando la quietud del crepúsculo
vertida en el viaje.
No pierdas tiempo en las visiones sin salida,
no verás más que yo.
Desde que la tierra me engañó
como dientes de sillas trillando mi carne,
mi corazón está ahí,
pidiendo prestado el papel como refugio seguro para el calor.
Las estaciones pueden cargarse de humo una vez más
de modo que la bala reconozca mi huella digital,
mi pecho,
o las bestias, que examinaron cuidadosamente el polvo de la carretera
y no te encontraron, ¡podrían desaparecer!

No hay que escapar de la ventana de ausencia a la ausencia
y tú olvido, no abras un cristal
¡No todos los detalles del dolor merecen la muerte!
Estoy en camino,
y también mi amada, con su delgada sabiduría,
mi hermano con la filosofía de salir del dilema de la realidad,
y su accidente,
mi madre resiste el doblez con su astilla de platino,
mi hijo, que atraviesa la gravedad con las flechas de su sonrisa,
mi padre y el pasaporte al alfabeto,
esperando lo que no son más que facturas hogareñas,
mi jeque, que evitó su ceguera para ver la ayuda más Alta.
En el camino, otros queridos
y millones viendo la aguja del sueño y el agujero de la historia,
y el truco de la luz interior.

En camino…

Me basta haber dejado una voz que tu pasaje conozca,
el idioma de tu mano,
nuestra infancia en un cuerpo volado por la belleza de tu atención.
Tus toques, que bordaron mi supuesta primavera,
son como un aroma que guía a los caminantes
¡a donde crece la vida!

 

EDUARDO DALTER (Buenos Aires, ARGENTINA)

Eduardo Dalter
Eduardo Dalter

Eduardo Dalter nació en el barrio de Vélez Sarsfield, Buenos Aires, en 1947. Poeta e investigador cultural. Desde 1971, año en que editó su primer poemario, ha venido desarrollado un quehacer sostenido en los ámbitos culturales. Importantes publicaciones de su país y de América han incluido en sus páginas poemas de su autoría: revista Crisis  (Buenos Aires), revista Alero (Universidad San Carlos de Guatemala), revista Golpe de Dados (Bogotá), Shantih magazine (Nueva York) y revista Casa de las Américas (La Habana), entre otras. Durante los años de la última dictadura militar de su país vivió en el Oriente venezolano y en la ciudad de Maracaibo, donde en 1982 se publicó uno de sus libros. Dio conferencias y participó de encuentros internacionales, y asimismo brindó numerosas lecturas; entre otras: en el Ginsberg Tribute, en el Central Park, Nueva York, y en la Feira do Livro, en Brasilia. En el año 2000 tuvo edición su trabajo de investigación Harlem: los blues de la historia, que incluye una selección poética, con 2da. edición en 2010. Por otra parte, en el lapso 1994-2002 dirigió la revista de poesía Cuaderno Carmín, de difusión continental. Durante el bienio 2004-2005 preparó y ofreció seminarios acerca de la poesía de América en la Facultad de Filosofía y Letras de Buenos Aires, entre otras instituciones. En 2013 dio charlas y lecturas en escuelas y en centros culturales de diversas ciudades de Italia y participó en eventos poéticos en la ciudad de Londres. En 2014 ofreció lecturas en Londres a la vez que completó su investigación acerca de la poesía del Caribe en lengua inglesa. En el mismo año, aparecieron bajo el sello del Ministerio de Educación de la Nación, sus libros Harlem: los blues de la historia y Viento Caribe, investigación y selección poética que le pertenece en coautoría. Su poemario Dos cigarrillos para Eliot se editó en marzo de 2015. Algunas obras poéticas del autor: Silbos (1986), Hojas de sábila (1992), Mareas (1997), N.Y. Postales para enviar a los amigos (1999), Bocas baldías (2001), El mercado de la muerte (2004), Hojas de ruta (2005) y Canciones olvidadas (2006) entre otras.

 

 

NOTAS DE INVIERNO

Hasta tu cama
entran,

tensos, de esquina,
por tu piel,

y por allí
te andan,

quiebran
tus cerrojos,

los hechos,
las manos, las voces.

*

Como a cada beso lo borra
el viento que sopla y sopla,

ella pocea y pocea la arena,
pareciera, con más fuerza;

es el viento húmedo, poceado,
que escribe, escribe, escribe.

*

Dejá que entre la luz,
dejala que entre,

que se acomode,
que abra su valija;

no vayás a echarla;
dale de comer;

dejá que ande por la casa.

*

Amor marcado
de estos años.

A pesar de todo
vuela, vuelve.

Tibio es él;
a prueba es él.

Memorioso, dúctil
y carnívoro.

El da la hora
de esta hora.

*

Hermosura que te busco;
electricidad que es hermosura;

hermosura de una mano
en otra mano; de un cuerpo

en otro cuerpo; de una letra
que con otras es palabra;

palabra que te busca, me busca.
La oscuridad no es cosa nuestra.

*

Nadie estuvo en sus ropas, en su patria, en sus raíces.
Un silencio de lobo avanzó y corcoveó por estas calles.
El terror derribó puertas y espió por las mirillas.
Una conmoción de muerte, de la puerta para afuera
y de los ojos para adentro, nos exilió del otro
y fuimos gente sola, de mirada huidiza, en los rincones
como las hojas tristes que los vientos amontonan.

………………………………….De Estos vientos (1984)

*

Dejá que entre la luz,
dejala que entre,

que se acomode,
que abra su valija;

no vayás a echarla;
dale de comer;

dejá que ande por la casa.

………………………………….De Silbos (1986)

*

Seguramente haya otro lugar
más allá de este pozo
y de este horizonte seco
y quebradizo. Un lugar
para sentirse más palpable
y que hay que edificar aquí.

………………………………….De Hojas de sábila (1992)

*

DEFENSA DE LA POESÍA

………………………Palabras con mi hijo

Porque, aunque no lo creas
–plano más concreto–,
la luz de las estrellas
también vuela

y, además, el horizonte
es una línea tan cambiante
de acuerdo a cómo vires
el rumbo de tus pasos.

*

De esta arboleda
tomá tu color
o tu desdicha; y tomá
tu mar, tu vaso…
Todo suena, pareciera,
a nueces secas. Pero
también suena un río
grandioso
que aún no escuchas.

………………………………….De Aguas vivas (1993)

*

Viento, háblanos del mar
que hoy estamos algo así
como aburridos, como tristes.
Afuera, ves, llueve,
llueve con ganas
y contigo. Háblanos
también de las costas
de Chacachacare y de Macuro
mientras tomamos el café
y miramos la ventana.
Háblanos
así, del oleaje
torrentoso dando en los cargueros
que se inclinan
en las Bocas,
que hoy estamos desolados
y deseosos de tu magia.

………………………………….De Las costas del golfo (1995)

*

Luna, grave
luna, encima

de los tejados
ya húmedos;

y las calles solas,
solas,

donde se va
esfumando

la estela
de tu aliento

a cada paso.
*

Hay un camino
aún no atascado,

aún ni pensado,
que comienza

en la punta justo
de tus pies; hay

un camino; hay,
hay un camino.

………………………………….De Mareas (1997)

*

Cercanía del Harlem

En esta plaza brumosa, raleada,
estoy solo con los pájaros
–alas oscuras, casi quietos,
chistar agudo–.
Pasa gente con aire distraído
y gesto triste,
hamacando los hombros,
mirando hacia los árboles.
Gente sola, de sino y ropas pobres.
Caracas o Guarenas parecieran estar
a la vuelta,
pero no. Es éste el primer mundo
con sus caños oxidados
que gotean
en el patio y en los techos
y con el dolor también
(no digas que no)
entre las vértebras.
Y el murmullo, sí,
que va poblando los instantes.

*

Escuchad el viento:
John Coltrane

No quiero armonía;
escuchad
el viento que saco entre mi lengua
y mis dientes
y pasa cortante
por mi saxo.
No quiero armonía;
quiero
perforar el aire;
quiero
rehacer el rumbo de la calle
y andar después
grave, distante,
musitando y callando
a todo piano.

………………………………….De N.Y. Postales para enviar a los amigos (1999)

*

Ese hombre inclinado con su palo
en medio del basural,
donde las bolsas de nailon
y los olores gruesos,
en marejada,
cubren el paisaje,
no busca la felicidad,
en cualquiera de sus versiones,
o acaso sí
creyó ver un atajo
allá, en los límites
del horizonte,
entre bolsa y bolsa,
o recuerdo y recuerdo;
una felicidad fugaz,
con un palo,
o posible o creíble,
mientras el sol lo alumbra.

………………………………….De Bocas baldías (2001)

*

DESOCUPADO

                                       Salmo 2000

Un desocupado, Dios, es una pieza única
que hace a tiempo completo su trabajo;
una pieza insustituible
a todo el engranaje;
una mudez; un grito; un balbuceo;
un canal nivelador
que espera aguas,
aparentemente más cerca de la sequedad
y el olvido
que de la administración planificada
de riquezas.
Un desocupado, Dios, con su desierto
y su niebla,
vital a este equilibrio de espejismo,
donde cada cosa empuja o devora
a cada cosa.
Se repite, se confunde, y se alza
ya como discurso
de escena, que el desocupado está
desocupado
de toda función o todo uso,
mientras la máquina infernal, abismal,
ahonda el pozo.

………………………………….De Informe de barbarie (2000-2004)

 

RADOMIR BATURAN (Piva, SERBIA / Toronto, CANADÁ)

Radomir Baturan
Radomir Baturan

Radomir Baturan nació en Piva, Babici, Serbia, en 1948, actualmente vive en Toronto, Canadá. Terminó la escuela primaria en Niksic y en una escuela normal en Sarajevo, ciudad donde también se graduó en la Facultad de Filosofía. Con un estudio de Grado de las novelas de Borislav Pekić, se doctoró en la Universidad de Belgrado. Es Miembro de la Asociación de Escritores de Serbia y la República de Serbia. También fue miembro del PEN Canadá. Ha dictado conferencias y ha publicado en las principales revistas de Serbia y Yugoslavia. Antes de ir a Canadá vivió en Krusevac, ahora vive en Toronto y se dedica a la obra científica, literaria y educativa. Es editor de la revista de literatura y cultura de las personas que hablan en el idioma serbio en Toronto. Su lengua materna es el serbio, y habla y escribe Inglés. También el ruso y el francés. Ha publicado: “Los escritores más jóvenes de las ciudades gemelas”, La juventud literaria, Krusevac, en 1978; “KOK primer libro de poesía y prosa de escritores jóvenes”, La juventud literaria, Krusevac, 1979; “Ninguna esperanza”, Bagdala, Krusevac, 1987; “Pitomuša”, Giro, Krusevac, 1987; “Romani Borislav”, Universidad palabra, Niksic, 1989; “La revelación: Garde”, Libro Científico, Belgrado, 1993; “Jovan Ducic, la Verdad”, el Instituto de Literatura y Arte y la Ciencia libro, Belgrado, 1995 y 1996; “Zivko Jevtic, conciencia de sí mismo y la existencia de la intimidad”, Biblioteca Narodan, Krusevac y la Biblioteca Nacional de Jagodina, 1996; “Milorad Miketić, morder la mano”, NEA Publishing, Toronto, 2000; “Garde poeta”, NEA Publishing, Toronto, 2000 (en Inglés); “Hablando en Skenderaj”, Asociación de Escritores de Serbia, Belgrado, 2005; “De Rastka a Rastka”. Antología de la poesía metafísica de Serbia, estudio gráfico Dereta y NEA Publishing, Toronto, 2006; “Su Mihailovic, corifeos / Vasa Mihailovich, corifeos”, Escuela Raska, Belgrado, 2008 (en serbio y en Inglés); “Damarice”, Prometeo, Novi Sad, 2014; “Curador Mezezija”, novela, Catena Mundi, Belgrado, 2015.

Traducción del inglés por Ricardo Rubio

Morava y Mattawa*

En las orillas del Morava y del Mattawa
mi corazón late
Morava con su ritmo familiar
Mattawa con un extraño pulso de tristeza

Al río Morava, lo alimenta el Nilo
El agua congelada del Mattawa y la tierra
son dos serpientes en dos continentes
pero también son trépanos que cavan hondo

El cavado no halla el fin
hasta una erupción en la sangre
Una vez fue mi sangre nativa
la otra es solo un grito

En las orillas del Morava y Mattawa
la voz de una madre llama en vano
«Rade, mi hijo, no me olvides»
mientras un soldado extranjero azota con un látigo

Mi corazón se acelera ante el río Drina
desde su origen hasta el último aliento en el puente de piedra
bajo una luna creciente sobre el valle del Morava
y en el río Mattawa puenteado por el hielo

Ante los ríos Morava y Mattawa
mi corazón todavía se llena de emoción
pero a latidos lentos
porque el dolor de un emigrado nunca cesa

Oh, río Morava plantado por el Nilo
Oh, Mattawa, agua marcada por el hielo
Sobreviví y crucé todos los puentes
pero no encontré la paz en medio de los dos

Acacias o Mujeres

Amanece
el día pela la noche
y brota la mañana
en los extremos
de armenios y serbios

Contemplo un pastel
como si fuera el metafísico Rajkovic
donde se dibujan las acacias de Bagdala
doy un paseo
de barranco a barranco
trepo la colina

Glints of acacias
Glints of slender women
In white dresses
Across glades

Destellos de acacias
destellos de mujeres esbeltas
en vestidos blancos
a través de los claros

Parecen seguros de caer
cuando mi vista se ajusta
y se desvanecen

Acacias o mujeres

Mordisquear

En la pasión mordiente
de cuerpos o conciencia
dudo
intento
morder mi palma

Pero echo de menos
ese lugar de la mano
he mordido y arrancado el anillo
con un poco de piel
y me rompí un diente

No sé
qué duele más
si el diente o el dedo
o la conciencia
La fidelidad punzante
de la mordida primordial

Alma

Esa
que nos tienta
A menudo perjudica
a veces agrada
la llaman alma

Tormentosa
como mares
Sensible
como colinas
Rota
como lanzas
Exuberante
como mariposas

Alma
un campo perfumado
una herida sangrienta
una brisa agradable
una tempestad que rabia
una canción y un grito

Esa
la que nos lleva
es un alma
en un hombre

Marcas

Buscando
huellas que revelen
bestias
en la nieve profunda

Buscando gente
en ojos centelleantes
Una sombra
profunda
en un thriller
cebos
que se funden
o sangran
en el alma hipnotizada
joven
y caliente
para inflamar
o quemar

Buscando huellas
Muchas
van hacia la cueva
pero ninguna vuelve

Hojas de vida
huellas
que conducen
a un hombre

 

*Mattawa significa «Encuentro de aguas» en Ojibwa.

 

NORBERTO BARLEAND (Buenos Aires, ARGENTINA)

Norberto Barleand
Norberto Barleand

Norberto Barleand nació en Buenos Aires, Argentina, en 1942. Es poeta, narrador y ensayista. Participó en diferentes talleres y colaboró en revistas literarias. Publicó cuentos breves, plaquetas de poesía y los libros de poemas ”Presagio de Utopías” (1996), “Cenizas de la Tarde” (2002), editado este ultimo por el Grupo Literario “La Luna Que”, del cual forma parte como Responsable de Relaciones Institucionales desde el año 2000; y “Candiles y penumbras” (2012). Participó y participa en importantes antologías: “Poetas del Nuevo Milenio” Tomo 2 (La Luna Que, 2000), “Poetas, Narradores, Ensayistas” (Gente de Letras, 2003), Poesía Argentina Contemporánea Tomo XIV (Fundación Argentina para la Poesía, 2004), “Dársena Sur” (Republica .del Paraguay, 2004), “Las Voces que Somos” (La Luna que), “La Tierra del Conjuro” (Provincia de Córdoba, 2005). Condujo, con los escritores Lidia Vinciguerra y Fernando Sánchez Zinny, el programa “Los trabajos y los días” de la Fundación Argentina para la poesía que se emitió por Radio Cultura; también participó de otros progrmas radiales. Es miembro de la “Fundación Argentina para la Poesía”, en la que participó del Comité de Administración. Es miembro de la Asociación Americana de Poesía, Integra el Grupo “Poesía Peregrina”, participando de las giras poéticas realizadas en Catamarca, La Rioja, Tucumán ,Santiago del Estero, Azul (Provincia de Buenos Aires). Participó de encuentros literarios de carácter nacional e internacional. Sus poemas son publicados en revistas literarias de circulación convencional. Fue galardonado en el año 1999 con una mención de honor por la presentación de “Relatos Costumbristas” de su novela inédita “Buenos Aires Shoping Tango” en las jornadas de folklore urbano organizado por el circulo de “Artes y Letras” de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Es coautor junto a otros autores de “Raíz, Fundamento”, bases de un proyecto para la defensa del patrimonio cultural. Es miembro de la Asociación Civil Proyecto Tango, declarado de interés de la ciudad y miembro del staff de redacción de su periódico ”Protango”. Miembro de la dirección de “Marcha Poética” y “Mujer poesía”, jornadas de intercambio y lectura realizada en los meses de mayo y junio de 2003/08 en el Centro Cultural General San Martín. Socio fundador de “Asociación Poetas por la Paz”. Es promotor de eventos literarios.

————————————————-

 

VOLVER AL HOMBRE

I

Entonces era posible
el canto,
el amor,
la poesía.

Era, entre muchos,
un todo de sueños,
un paisaje con cisnes.

Era posible saltar erguido
con todas las caricias
en la placidez de la tarde.

Volar en un cielo
opulento,
de susurro azul esperanzado.

Era todo Espacio,
página,
labio
donde transitaba la melodía del viento.

Era sombra,
certidumbre,
plenitud
en la fértil sonrisa del futuro.

II

La belleza de ser,
en ilusiones primarias,
apartando el Horror,
la llama,
la estopa y la ceniza.

La fatuidad del surco,
su infamia.
La membrana atroz de la ignominia,
su pereza de engaño
y prepotencia.

Volver al hombre.
Simplemente restituírlo
a la raíz milenaria de su ternura,
a la profundidad de sus lágrimas,
a la intemperie de Hambre.

Volver al Asombro,
a la soledad,
al tiempo.

Volver para siempre,
a las ansias sublimes,
insignes y extremas,
definitivamente.

 

.

LOS QUE CLAUDICAN

No es ceguera mirar hacia otro lado.
No está distraído quien observa.

Quién calla,
omite sin reja ni tertulia,
traidor obsecuente
con máscara y escudo

Un rastro de lluvia en la mirada,
sin luz,
sin viento

Donde hay un grito,
él no escucha

Derrota
mancillada
de tutelas y penumbras.

Los que claudican
no transcurren mi mesa,
no beben el vino del paisaje,
no vuelan con el delirio de los ángeles
ni abren las ventanas de mi cuarto.

Los que claudican
Señor
No los conozco
.
PERFUME DE NOSTALGIA

a mi padre

Era otoño
el patio se cubría de violetas.
Recuerdo los silencios,
tu voz era un canto de coraje,
el sombrero acariciaba el verde de los ojos
que podían mirar mas allá de la luz
Protegiste mi noche destemplada
entre los colores de la lluvia.

Fue en una siesta de infinita travesura
aquel reto poblado de caricias.

Padre
joven aún,
se apropió la muerte de tu hombría,
yo dejaba al niño en la vereda
en un túnel devorado de congoja.

Sin embargo,
Padre,
después sucedió todo,
casi todo,
crecí con el esplendor y con la sombra,
con las luchas, las treguas,
con banderas y diluvios.

Amé,
amé los pájaros y el aire,
amé los árboles y el viento,
no hubo rincones que no haya amado.

Todavía conservo la pasión,
las bellas esquinas de la infancia
Debo decirte,
Padre,
las cosas no  fueron
tal cual las mostrabas cuando nacían los sueños.
El mundo ha cambiado,
la gente se pierde
con un rictus de pena y mirada de asombro.

Los niños no juegan,
no patean jardines entre  parras ocultas,
ni acarician las uvas en la arena.
Los ríos y los mares se inundaron de barro,
Vida y muerte
son monedas en ascenso de valores confusos.

Aquí estoy,
Padre,
con el mástil al hombro,
sin  manchas ni  fronteras quebradas.
¡Cuanto duelen los astros¡
Padre,
Honré tu memoria con trabajo
con rosas  y vientos en los brazos del alba.
conservo los olores de manteca en la cama,
el carbón encendido en las mañanas
los chicos rondando macetas y baldosas.

Padre,
es tarde, muy tarde,
beben los jilgueros detrás de la ventana
y dejan un sonido de nostalgia.
La paz de este refugio balbucea recuerdos.

Debo decirte,
ya no hay niños en la casa.

Otra imagen transita los licores
despierta al son de una música distinta
bailan compases de esperanza
glosando colores en las nubes
donde comparto las ráfagas y el vuelo.

Camino las arrugas de la noche,
pero este poema no concluye

Todavía conservo la carnadura inagotable
de tu ausencia.
.
FIN DE AÑO 

Por los sueños compartidos,
por las voces que escucho en la distancia
por el canto en la luz de las mañanas,
y lo que juntos construimos
entre los pétalos, la amistad y la palabra

Una colina de hojas y de luces
alejan los rayos de la infancia  con vientos de ternura

El ojal envuelve el sol
la pajarera,
árboles que transito
entre el atardecer del pecho
la arcilla del amor, los espinillos.

Es tiempo de voces  y de ausencias.
Entrañables abismos que regresan
multiplicando cosechas, llamaradas

El año fugó entre bambalinas,
madrigueras del vértigo
vegetales de miel, de sombra herida.

Los recuerdos despeinan la noche,
estallan en un carnaval de espejos,
manteles y jazmines
buhardillas donde lentamente
horneamos
un nuevo acontecer de aventuras y de intrigas